Isaías 55: 6, 7

INTRODUCCIÓN: El capítulo 55 de Isaías principia con una invitación a los sedientos y hambrientos: es un llamad a encontrarse con Dios. Los versículos 6 y 7 son una continuación de esa invitación. En el Antiguo Testamento las expresiones: “volver a Dios”, “retornar a Dios”, “buscar a Dios”. Son muy frecuentes.

I. La acción: “Buscad…” (v.6).

A. Buscar presupone iniciativa de parte de la persona

1. Es muy distinto pensar en Dios, hablar de Dios, escuchar de Dios, que buscarlo.

2. Cuando uno piensa, habla y escucha acerca de Dios, no se requiere esfuerzo.

B. Buscar presupone una de dos cosas:

1. Que uno está perdido y necesita volver al lugar que le corresponde, ó  que uno ha perdido algo.

2. El hombre lejos de Dios está perdido, por no encontrarse en el lugar de la comunión divina: también tiene a Dios perdido de su vida.

C. Buscar presupone el peligro de no hacerlo.

1. Amós 5:6 dice: “Buscad a Jehová, y vivid; no sea que cometa como fuego…”

2. Cuando el Salmo 69:32 dice: “Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón”, se refiere que al no hacerlo hay el riesgo de la muerte.

II. “La persona: “…Jehová….” (v. 6).

A. El profeta pudo haber dicho: Buscad el templo, el culto, el sacerdote., etc., lo cual era importante.

B. Sin embargo, su exhortación fue a buscar algo superior, Dios.

1. Puede haber el peligro de que no recurra al templo y al ministro buscando cierto beneficio temporal; sanidad, solución de algún conflicto, pero sin la disposición de buscar a Dios.

2. Buscar a Dios es el objeto superior de la religión; lo demás queda relegado a un segundo lugar.

C. La búsqueda de Dios es el imperativo de la vida: la comodidad, el conocimiento, la salud y el placer, no deben reemplazarlo.

D. En el Nuevo Testamento se encuentra el mismo imperativo: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mt. 6:33).

III. El momento: “…mientras pueda ser hallado…en tanto que está cercano” (v. 6).

A. A Dios no se debe buscar cuando el hombre quiere, sino cuando Él lo llama, ¡el hombre no puede fijar sus citas con Dios!

B. Cuando el hombre recurre a Dios, después de haberlo rechazado, corre el peligro de hacerlo demasiado tarde, ejemplo:

1. El rey Saúl: “Y consultó Saúl a Jehová, pero Jehová no le respondió…” (I S. 28:6).

2. De Esaú se dice que: “…deseando heredar la bendición, fue desechado, u no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque lo procuró con lágrimas” (He. 12:17).

C. La Biblia constantemente exhorta a no postergar para mañana el encuentro con Dios: “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (II Co. 6:2).

IV. El requisito: “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvanse a Jehová…”(v. 7)

A. Los favores de Dios, aunque gratuitos, son condicionales.

B. El bien que se busca de Dios no se puede mezclar con el mal que uno ha practicado.

C. “Deje el impío su camino”

1. Este es un camino de muerte: “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte” (Pr. 16:25).

2. Es el camino de la perdición: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición…” (Mt. 7:13).

D. “El hombre inicuo sus pensamientos”

1. Los pensamientos malos casi siempre se convierten en actos: “Porque dentro del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, las lascivias, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez” (Mr. 7:21,22).

2. Por eso el salmista oraba: “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mió” (Sal. 19:14).

E. “Y vuélvase a Jehová”

1. Quien se vuelve hallará que éste se vuelva a él: “Volveos a Jehová… y él se volverá al remanente que ha quedado” (II Cr. 30:6)

2. Quien se vuelve a Dios hallará medicina: “Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió y nos vendará” (Os. 6:1)

V. El resultado: “…el cual tendrá de él misericordia…el cual será amplio en perdonar” (v. 7).

A. “El cual tendrá de él misericordia”

1. Todo el que regresa a Dios arrepentido, se convierte en objeto de su misericordia: “Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias” (Is. 54:7).

2. La misericordia de Dios es llamada grande, y se la asocia con su bondad y perdón.: “Porque tu, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan” (Sal. 86:5).

B. “Será amplio en perdonar”

1. Miqueas escribió del perdón de Dios: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado?... (Mi. 7:18).

2. Ese es el gran mensaje de II Crónicas 7:14: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieran de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos y perdonaré sus pecados”.

CONCLUSIÓN: ¡Vale la pena buscar a Dios!