Jonás 3:1-7

INTRODUCCIÓN: Nínive era una populosa ciudad del reino asirio, que se encontraba probablemente en pleno apogeo. Estaba ubicada en la parte norte del Río Eufrates. Media 5 kms. de largo por 2.5 de ancho y estaba defendida por 65 kms. de muros los cuales tenía 30 mts. de alto, y anchos de tal manera que había cuatro pistas para carros a la par. Tenía 5 muros y 3 canales entre medio de los muros. Con todos los suburbios medía 48 kms. de largo por 16 kms. de ancho. ¿Qué aprendamos de Nínive, según el libro de Jonás?

I. La situación espiritual de Nínive: ¡Llena de maldad!

A. El Señor dijo a Jonás: “Ha subido su maldad delante de mi” (1:2).

B. La maldad había crecido al extremo que se desbordaba.

C. Su pecado no era una afrenta contra los hombres sino un insulto directo a Dios.

D. Bajo el disfraz de su prosperidad material había una crítica situación espiritual.

E. Le sucedía lo que a Naamán: vestido con el llamativo uniforme de general, ¡pero leproso!

II. La comisión divina al profeta.

A. “Pregona contra ella” (v. 1:2).

1. Un pregón es la anunciación que se hace públicamente y en voz alta.

2. La situación de la ciudad tenía que ser denunciada a voz en cuello.

B. “Proclama en ella el mensaje que yo te daré” (3:2).

1. Proclamar es la publicación de un decreto oficial: la declaración solemne es algo debe ser del dominio general.

2. El mensaje de Jonás era un decreto divino, por lo tanto digno de ser recibido.

C. “Jonás… predicaba diciendo…” (3:4).

1. La predicación es un mensaje que se da en nombre de Dios, un predicadores un portavoz divino

2. Jonás no fue a Nínive a sugerir, tampoco a recomendar, sino a predicar arrepentimiento.

III. La razón de aquella misión: “Nínive será destruida” (3:4).

A. Los días de la ciudad estaban contados: (3:4).

B. ¡Pedía sobre la ciudad un mensaje de juicio!

C. Jonás se presentó a Nínive como los ángeles a Sodoma: con un mensaje de juicio. Ellos le dijeron a Lot: “Vamos a destruir este lugar” (Gn. 19:13).

IV. La reacción de la gente

A. “Creyeron a Dios”

1. Creyeron no tanto a Jonás como hombre, sino a su mensaje como divino.

2. Al creer reconocieron dos cosas:

a. El mal que habían cometido.

b. Que merecían el juicio.

B. “Proclamaron ayuno”

1. El ayuno fue un acto de humillación y arrepentimiento.

2. Fue una forma de confesar sus pecados y solicitar perdón.

C. “Se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos” (v.5

1. El cilicio era un bolsón usado por los penitentes con el fin de exteriorizar su arrepentimiento.

2. El arrepentimiento de Nínive fue general: “Desde el mayor hasta el menor”.

V. El resultado del arrepentimiento: ¡Dios perdonó!

A. “Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino, y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo” (3:10).

B. El perdón de Dios es consecuencia inmediata de la conversión del hombre:

1. “Si confesamos nuestros pecado, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (I Jn. 1:9).

2. “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelvas a Jehová, el cual tendrá de él misericordia” (Is. 55:6,7).

CONCLUSIÓN: La conversión de Nínive ilustra la experiencia de quien vuelve a Dios: aunque haya pecado gravemente contra Él, si se arrepiente, recibe el perdón.