Jueces 16:38

Introducción:

Dios nos creó a usted y a mí con un propósito maravilloso desde antes de la fundación del mundo. Sus pensamientos respecto de nosotros son los mejores y procuran nuestro bienestar en todo momento. Él tiene trazado un plan para cada uno. ¿Qué determina el que su perfecta voluntad no se cumpla? Las decisiones que tomamos, generalmente bajo nuestro criterio y guiados por el emocionalismo, que levantan una barrera a todo cuanto Dios tiene trazado a nuestro favor. Es hora de hacer un alto en el camino y reorganizar nuestros caminos en consonancia con su perfecta voluntad. Nuestra vida dará un vuelco sorprendente. ¡Hoy es el día para reemprender una existencia renovada, de la mano de Dios!

I. Desde antes de la creación del mundo, Dios tiene un propósito con nosotros

1. Dios escogió a Sansón desde antes que naciera (Cf. Jueces 13:1-5)

1.1. Dios tiene una misión para toda persona (v. 1)

a. Los filisteos dominaban sobre Israel.

b. Sansón nació a pesar de que todo estaba en contra (v. 2)

1.2. Dios tiene maravillosos planes para todos (vv. 3-5)

a. ¿Está poniendo tropiezos a los planes de Dios?

b. ¿Está dispuesto a dejarse tratar por Dios?

2. Dios se manifiesta en la vida de todos nosotros, como lo hizo con Sansón (Jueces 13:24, 25

2.1. Dios tiene su tiempo para cumplir sus propósitos y planes en nuestra vida (vv.24, 25)

2.1. El Espíritu de Dios reposa entre quienes están dispuestos para Él (v. 25)

II. Obrar en nuestras fuerzas pone tropiezo al mover de Dios

1. Entorpecemos los planes de Dios cuando tomamos decisiones equivocadas (Jueces 14:1-4)

1.1. Sansón dejó que gobernara la emoción y no la razón (v. 1)

1.2. Afirmarse en sus caprichos llevó a Sansón a desestimar los consejos de sus padres (vv. 2, 3)

2. Las decisiones debemos consultarlas con Dios para saber si estamos en Su voluntad (v. 4)

2.1. Necesitamos dejar a Dios que obre en nosotros conforme Él quiera (vv .19, 20)

2.2. Una garantía de fracaso es obrar en nuestras fuerzas, no en las de Dios

III. El mundo participa de todas las cosas, pero nosotros no participamos en las cosas del mundo

1. Estar en el lugar equivocado nos expone al peligro (Jueces 16:1-3)

1.1. El joven cristiano no puede dejarse arrastrar por las pasiones (v. 1)

1.2. No podemos jugar con la santidad porque corremos peligro (vv.2, 3)

2. Un problema de Sansón era dejarse arrastrar por las emociones en el momento de tomar decisiones (Jueces 16:4)

2.1. La maldad saca ventaja de nuestra insensatez (v. 5)

2.2. Es necesario fortalecernos en Dios

a. No podemos abrir puertas para el que mal saque ventaja

b. El enemigo es hábil y sutil para engañarnos (vv.7-20)

3. El enemigo no descansará hasta procurar nuestra destrucción (vv. 21, 22)

IV. Es hora de volvernos a Dios para que cumpla sus planes en nosotros

1. En el poder de Dios se rompe toda atadura (Jueces 16:23-25)

1.1. Un creyente comprometido está en la mira del enemigo (v. 23)

1.2. El enemigo quiere vernos en vergüenza (vv.24, 259

2. Si desde lo más profundo del fracaso nos volvemos a Dios, Él nos rescatará (vv. 26-31)

2.1. Es necesario reconocer los errores y volver la mirada a Dios (v.28)

2.2. Con decisiones acertadas, el final de la historia de Sansón habría sido diferente (v. 31)

Conclusión:

La decisión de proseguir la ruta del fracaso no es más que nuestra. Dios quiere lo mejor para nosotros, pero debemos movernos en el centro mismo de Su voluntad, y permitirle que obre y guíe nuestros pasos. La historia de Sansón habría sido diferente en caso de haber ordenado su caminar de acuerdo con el plan de Dios. No obstante, tomó sus propias decisiones, desacertadas la mayoría de ellas, y se encaminó a un fin de derrota. ¿Cuál quiere que sea el final de su historia? Recuerde: puede ser a Su manera o a la manera de Dios.