Lucas 22:54-62

INTRODUCCIÓN: Es interesante seguir los pasos de apóstol Pedro en los eventos del jueves de la Semana Santa. Su nombre es mencionado mucho en los sucesos de este día.

I. Pedro –junto con Juan—enviado por el señor para preparar el aposento donde habrían de celebrar la Pascua.

A. “Y Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, preparadnos la pascua para que la comamos” (Lc. 22:8).

B. Ellos hallarían a un hombre que les dirían dónde comerían la pascua.

II. Pedro, resistiéndose a que el Señor le lave los pies.

A. “No me lavarás los pies jamás” (Jn. 13:6-9).

B. Pedro no entendía la acción del Maestro, pero después se dejó que el Señor le lavara los pies.

III. Pedro, haciéndole señas a Juan para que le preguntará al Señor quién era el que lo iba a entregar.

A. “A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba” (Jn. 13:24).

B. Quería saber quién era: posiblemente por curiosidad o posiblemente porque temía ser él el traidor.

IV. Pedro, jactándose de mucha fidelidad.

A. El Señor había dicho que el diablo había permiso para zarandear a los discípulos como trigo. Pedro contestó: “Señor. Dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte”.

B. “Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizare” (Mt. 26:33).

V. Pedro, invitado por el Señor para que orase con él en el huerto.

A. “Y tomando a Pedro, y a los hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse de gran manera” (Mt. 26:37).

B. El Señor le estaba concediendo el privilegio de que le ayudase orando.

VI. Pedro, durmiéndose en el Getsemaní.

A. “Vino luego a sus discípulos y los halló durmiendo. Y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?” (Mt. 26:40).

B. Esto se repitió tres veces.

VII. Pedro, cortándole la oreja a Malco. “Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvaino e hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco” (Jn. 18:10).

VIII. Pedro, siguiendo a Jesús de lejos. “Y Pedro le seguía de lejos” (Lc. 22:54).

IX. Pedro, calentándose con los enemigos del Señor.

A. Juan dice que hacía frío: “Y estaban en pie los siervos y os alguaciles que habían encendido un fuego; porque hacía frío y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro en pie, calentándose” (Jn. 18:18).

B. En Marcos y Lucas ya encontramos a Pedro sentado, --había tomando confianza--: “… y estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego” (Mr. 14:54).

X. Pedro, negando al Señor. Mateo dice que Pedro negó con juramentos y maldiciones. (Mt. 26:74).

A. Ante una criada: “Mujer, no lo conozco” (Lc. 22:57).

B. A un hombre que le dijo que era uno de los discípulos:”Hombre, no lo soy” (Lc. 22:58).

C. A otro que le decía que era galileo: “Hombre, no sé lo que dices” (Lc. 22:60).

XI. Pedro, --después de negar al Señor--. Acordándose de lo que el Señor le había predicho. “Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces” (Lc. 22:61).

XII. Pedro, llorando amargamente. “Y saliendo fuera, lloró amargamente” (Mt. 26:75; Lc. 22:62).

CONCLUSIÓN: ¡Cuántas veces actuamos en forma irreflexiva olvidando que terminaremos llorando con amargura!