Marcos 14: 1-9

INTRODUCCIÓN: Sucedió este caso el martes por la tarde, al comenzar el miércoles hebreo. Tomó lugar en casa de Simón el leproso, que había sido leproso y a quien el Señor le había sanado en Betania, a dos millas de Jerusalén.

I. “Vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio” (v. 3).

A. Según San Juan, fue Maria la hermana de Lázaro quien ungió al Señor en agradecimiento por haber resucitado a su hermano. Maria no había olvidado lo que el Señor había hecho por ella. Bien dice el salmista: “Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios” (Sal. 103:2).

B. “Con un vaso de alabastro”. El alabastro era una especie de mármol, blanco, traslucido de muy hermosas vetas..

1. María no se presento con una jarra de barro, no con recipiente ordinario, sino con algo que guardase relación con el perfume de nardo.

2. Cuando hay un amor profundo para nuestro Dios uno procura agradarle hasta en los más mínimos detalles.

C. “De perfume de nardo puro”. El nardo es una planta que da una flor blanca, que huele mucho, especialmente por la noche. El perfume lo sacaban de la raíz.

1. “Puro”, autentico, no falsificado, de exquisita calidad.

2. Solamente en el libro de los Cantares y en este caso nos habla del nardo y en ambos casos representa la vida auténtica que agrada a Dios. La vida espiritual genuina, donde no hay fingimiento, falsificación, imitación, hipocresía.

3. María no le ofreció un perfume mezclado con agua o con alcohol, sino puro, sin ninguna mixtura.

D. “De mucho precio”, equivalía a 300 denarios; un denario era el sueldo diario de un jornalero. De manera que le ofreció el sueldo de 10 meses.

1. Cómo una pobre mujer hogareña había economizado para adquirir un perfume de tal precio, es un enigma.

2. Es que la persona que realmente ama a Dios procura complacerle con verdaderos sacrificios; no agrada a Dios con baratijas.

3. Caso cuando David le compró a Arauna Jebuseo un pedazo de tierra: “… no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada” (II S. 24:24).

a. En todo esto ayuna tremenda enseñanza espiritual: La vida agradable delante de Dios es aquella en que se paga un buen precio.

b. Luchando contra las fuerzas del mal, contra amistades inconversas, contra malos deseos, malas influencias, malos espectáculos, frialdad espiritual, etc.

II. “Y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza”.

A. Aquella botella de perfume tenía un cuello alargado, el cual quebró María.

B. No le dejó caer gotas, sino que le quebró el cuello al frasco.

C. Lo quebró también, porque muchos vasos de bocas reducidas solamente quebrándose libran su contenido. A menos que sean rotos no sueltan lo que tienen.

1. Muchas vidas solamente en el quebrantamiento brindan alguna fragancia espiritual, si, no, ¡no!.

2. Hay tierras que al menos que las aren no producen nada.

3. “Levántate Aquilón, y ven Austro: soplad en mi huerto, despréndase sus aromas” (Cnt. 4:16). Un huerto que solamente sacudido por los vientos podía desprender sus fragancias.

D. María quebró el frasco para no conservar nada de el, para que todo saliera.

1. Dios quiere el todo de nuestra vida; no una rezaga, no una parte, no lo que nos sobra.

2. Lo mejor de nuestra vida, de nuestras fuerzas, de nuestras facultades, de nuestros talentos.

E. María lo quebró para que no se fuese a utilizar aquel vaso en otro uso: ¡se lo había dedicado al Señor y no podría ser dedicado a otra cosa!

1. ¡Un vaso preferiblemente quebrado que ser usado en otra cosa.

2. ¡Que enseñanza espiritual!

a. Cuantas veces hoy somos de Dios y mañana del mundo.

b. Hoy gozamos de un recogimiento espiritual en el templo y mañana lo perdemos en el trabajo.

c. Comulgamos con el Señor y lo adoramos en el templo, pero nos descarriamos con amistades inconversas.

d. Somos manipulados por el mundo.

CONCLUSIÓN: Ilustración de Policarpo, Obispo de Esmirna. “86 años le he servido y nunca me ha traicionado, ¡cómo habría de negar a mi Señor y mi Rey!