Salmos 51:1-12

INTRODUCCIÓN: El Salmo 51 se cree que fue escrito por el rey David inmediatamente después de que el profeta Natán lo reprendió por el pecado que cometió Betsabe y su esposo. Había pasado un año en que David seriamente que David había pecado. Durante ese tiempo trató de ocultar y callar su pecado, pero sufría internamente, detal manera que después exclamó:

“Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano” (Sal. 32:3,4).

Se cumplieron en él las palabras de proverbios 28:13:

“El que encubres su pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia”.

También se cumplieron en él las palabras de Gálatas 6:7,8:

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Por que el que siembra par su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”.

Durante más de seis mil años, según la Biblia, los hombres han tratado de ocultar sus pecados, pero han fracasado:

1. Adán y Eva trataron de esconderse de la presencia de Dios, pero Dios los sacó detrás de las ramas.

2. Moisés trató de esconder al egipcio que mató, pero al día siguiente se dio cuenta que todo el mundo conocía su crimen.

3. Acán escondió en el centro de su tienda los despojos que tomó en Jericó, pero Dios se los desenterró.

4. Giezi, el siervo de Eliseo, trató de mentirle su avaricia, pero Dios le reveló todo a Eliseo y Giezi quedó leproso.

5. Ananías y Safira mintieron al apóstol San Pedro, pero el Espíritu Santo les quitó la vida por su audacia.

6. David adultera con Betsabe y manda a matar a su esposo Urías. Cree que nadie se dará cuenta de su delito, pero el profeta Natán lo desenmascara.

También se cumplieron en él las palabras de Jeremías 2:19:

“Tu maldad te castigará y tus rebeldías te conderán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos”.

David pensó que nada malo le iba a acontecer, pero le empezaron a sobrevenir las desgracias.

1. Muere su hijo que estaba esperando de Betsabe, aunque ayunó por él.

2. Su hijo Amón deshonra a su propia hermana Tamar, hija de David.

3. Absalón, su hijo, mata a su hermano Amón, los dos hijos de David.

4. Absalón se rebela contra David para quitarle el reino y muere con tres flechas clavadas en su corazón.

Hay varias cosas interesantes relacionadas con el arrepentimiento de David, ellas son:

I. Reconoció haber pecado contra Dios.

A. Doce veces, en este capítulo, menciona haber pecado contra Dios.

B. La más triste condición a la que una persona puede llegar es la de considerarse bien, cunado está mal con Dios.

C. Si algo realmente estorba la vida espiritual de una persona es no reconocer el estado en que se encuentra.

II. ¿Cómo entendió David su pecado?

A. No lo consideró como un pequeño error, como una pequeña equivocación como una caída que todos pueden tener, sino como algo grave que necesitaba la misericordia de Dios. David habla de:

1. “Mis rebeliones”. “…borra mis rebeliones” (v. 1). Rebelión significa sublevación, indocilidad, oposición, resistencia a Dios, levantarse en arma s contra Él.

2. “Mi maldad”. “… lávame más y más de mi maldad” (v. 2). Maldad significa aquí lo torcido, lo que se ha enchuecado, lo que se hizo curvo, lo que se apartó de la línea recta.

3. “Mi pecado”. “…límpiame de mi pecado”. (v. 2).

a. Pecado aquí significa, la causa, la naturaleza; lo que motivó su mal proceder.

b. David hizo indistinción entre los actos malos cometidos y la fuerza interna que los motivaban.

B. Muchos no reciben el perdón de Dios, porno querer reconocer la gravedad de sus pecados.

III. ¿Cómo pide perdón?

A. “…borra mis rebeliones”.

1. Como se le había formado una gran lista de pecados que estaban escritos en su contra y necesitaban ser borrados, desaparecer.

2. Ilustración de los palimpsestos usados por San Agustín y Jerónimo. Contenían aquellos cueros y pergaminos escritos profanos, pero San Agustín y Jerónimo los borraron para escribir sobre ellos sermones y la Biblia.

B. “…lávame más y más de mi maldad”

1. Utiliza la palabra que usaban antiguamente para explicar la forma como las mujeres hebreas lavaban la ropa. La enjuagaban en el río, la retorcían y la golpeaban contra las piedras para aflojar la suciedad.

2. David le está diciendo a Dios: “ablándame en tu gracia, retuerce mi corazón y golpéame para que mi pecado se desprenda del corazón”.

C. “…límpiame de mi pecado”.

D. “…purifícame con hisopo”.

1. Conforme a la ley de Moisés, se purificaba con hisopo a una persona que había tocado un cuerpo muerto o que había sido declarada leprosa.

2. David quiere decir: “mi pecado es una horrenda llaga, una lepra que necesita ser purificada”. Generalmente se purificaba con la sangre de un animal que el sacerdote esparcía sobre el leproso, con un manojo de hisopo.

3. Cristo, con su sangre, purifica al pecador.

E. “”Crea en mi, oh Dios, un corazón limpio” (v.10).

1. El principio de una vida cristiana consistente, está en un cambio interno, radical.

2. “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros” (Ez. 36:26).

3. “De modo que si alguna criatura está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (II Co. 5:17).

F. “…renueva un espíritu recto dentro de mi” (v. 10).

1. David pide una renovación total, desea empezar de nuevo.

2. Desea un espíritu recto, en lugar del que se ha desviado.

CONCLUSIÓN: Entonces, después de la experiencia que él desea, vienen los entonces:

1. Entonces enseñaré a los transgresores (v. 13).

2. Entonces “cantará mi alma” (v. 14).

3. Entonces te agradarán los sacrificios (v. 19).

4. Entonces te agradarán las ofrendas (v. 19).