INTRODUCCIÓN: La semana pasada enseñábamos que el mundo estaba totalmente en decadencia y que la única solución se encuentra en el Cristo de la Gloria. Por tanto nosotros como iglesia (y especialmente como miembros del Cuerpo Ministerial) debemos llevar el Mensaje del Evangelio; primero CON LIMPIA CONCIENCIA, segundo CON UNA FE NO FINGIDA.

O.T. Ahora continuaremos viendo tres puntos más:

III. AVIVANDO EL FUEGO DEL DON DE DIOS (v.6):

A. Es innegable que con el pasar de los años el cristiano se va apagando, se va desgastando. Muchos dicen eso no es cierto yo sigo igual, pero lo cierto es que sus hechos demuestran lo contrario. (Sal. 68:9).

1. Se cae en la monotonía. (por eso se buscan cosas nuevas).

2. No hay animo.

3. Se cae en el divisionismo.

B. Los cristianos nuevos empezamos con mucho amor y mucho ímpetu y después se apaga ese fuego. (Dios quiere que seamos cristianos con nuestro fuego encendido: la parábola de las vírgenes). Sólo cristiano avivado y gozoso podrá compartir el evangelio y será de impacto.

IV. SIN AVERGONZARNOS (v7-8)

A. Existen muchos cristianos que se les ha denominado cristianos de la

secreta porque se avergüenzan del evangelio y del cristianismo ya

que la gente del mundo nos ve a los cristianos como:

1. Fanáticos

2. Ignorantes

3. Pasados de moda

4. Sectas >> Pero las sectas son las que no son Bíblicas.

B. Debemos padecer de los sufrimientos.

V. PREDICANDO UN EVANGELIO SANO (v.13)

A. Decía yo la otra ocasión que el evangelio que se ha predicado en otras iglesias es un evangelio laight o sea sin compromiso.

B. Platicaba con una hermana. Y ella me recordaba que Jesús cuando les invitaba a seguirlo hasta los desanimaba. (Nosotros hacemos lo contrario).

C. No al de la prosperidad y no al de la liberación, sino al verdadero evangelio que implica un seguimiento y un compromiso verdadero. Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz y sígame.

CONCLUSIÓN:

El predicar el evangelio es una tarea de responsabilidad y de compromiso para con el Señor Jesucristo. En la Iglesia debe haber cantidad (Así nos evalúan), pero también debe haber calidad, que el ejercito del Señor sea un ejercito que este dispuesto a dar la vida por Él (Como los terroristas).